Las bicicletas


Si alguna vez a lo largo de nuestros viajes hemos tenido alguna duda acerca del mejor modo de actuar para disponer de unas bicicletas en la localidad por la que vamos a pedalear, no ha sido en este viaje. Vivimos muy cerca y la solución es sencilla: llevamos nuestras propias bicis en barco.

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Así que la mañana del viaje salimos de casa en nuestras bicis y pedaleamos hasta el Puerto de Las Palmas donde nos embarcamos en un Ferry rápido de la Naviera Armas. Resulta hasta curioso entrar en la bodega de esa mole de aluminio con tus bicicletas entre los coches y los camiones. Luego sujetamos nuestras bicis con unas cinchas allí donde nos indica el operario y subimos a sentarnos y a rezar que el viaje de hora y media sea lo menos movido posible.
Sin embargo, las nuestras, no son todas las bicicletas que necesitamos. Nuestros amigos palmeros han decidido incorporarse solo al final del viaje, para hacer la subida a Las Cañadas del Teide desde Los Abrigos y, cómo los muy gandules no han entrenado, han decidido acometer la subida en bici eléctrica. Para resolver esta situación la tarde en que llegamos a Los Abrigos, después de instalarnos, vamos en taxi hasta El Medano a alquilar sus bicicletas eléctricas. En Bike Point nos atienden bien y las dos bicis eléctricas que alquilamos tienen muy buena pinta. Al día siguiente toca subir a Vilaflor, luego al Parque Nacional del Teide y finalmente los empleados de Bike Point recogerán las bicis en el La Laguna Gran Hotel.

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He de decir que, a pesar de ir subiendo y cargadas con las alforjas, las bicicletas dieron un rendimiento estupendo y, en ningún caso, tuvieron problemas con la batería ni de ningún otro tipo. Muy recomendables.
Al concluir el viaje, y después de haber entregado las bicis electricas, los demás componentes del grupo nos dejamos caer desde la laguna a Santa Cruz, donde volvimos a embarcarnos con destino a casa.

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