Grecia siempre nos ha parecido un lugar legendario, donde se mezclan la leyenda, la historia y la fantasía. Un lugar ideal para visitar en plena pandemia Covid ya que salir de Europa nos daba un poco de reparo ante la posibilidad de que los planes se pudieran romper en cualquier momento por la situación específica del país y sus políticas sanitarias.
Así que nos lanzamos a organizar el viaje y todo salió como siempre... a pedir de boca, salvo por el clima. Como en las crónicas mitológicas de la antigüedad los adjetivos a emplear por lo que ocurrió son grandioso... porque llovió como no está escrito. Tanto que incluso nos granizó el segundo día. Una lluvia que durante una semana nos acompañó desde que nos subíamos a la bicicleta a primera hora hasta que no bajábamos de ella a media tarde. Un nuevo reto para nuestros pobres cuerpos. Pero lo conseguimos. Quizás no pudimos disfrutar el paisaje todo lo que hubiéramos deseado, pero el logro mereció la pena. Luego, en Patras, Corinto, Atenas y las Islas lució el sol como nunca lo habíamos visto... porque es el sol que te seca.
Foto mapa de Grecia
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