Etapa de 65 kilómetros que transcurrió sin incidencias.
Aprovechando que estábamos en una gran ciudad, a primera hora de la mañana fuimos a cambiar dinero… y eso nos retrasó en la salida. Sobre las 11:00 estábamos pedaleando.
Desde Aarhus a Horsens se puede ir en linea recta por carretera, pero el carril bici hace un pequeño rodeo siguiendo la costa. Ese era nuestro camino. Tomamos la ruta ciclista número 5 hacia el sur y, un poco más adelante, el carril se adentraba hacia el interior. Nos perdimos entonces pues, en su avanzar por el campo, entre fincas con ovejas negras y caballos pastando, no siempre estaba bien señalizado, y nos perdimos en algunos cruces. Estábamos en Dinamarca, hacía bastante calor y, remontando algunos repechos, sudamos la gota gorda.
Llegamos a Horsens a las 6 de la tarde y, como ya habíamos reservado nuestras habitaciones, fuimos directamente a Danhostel Horsens. Se trata de un albergue muy barato y funcional que estaba prácticamente vacío (desde 89 euros la noche). Disponía habitaciones para 4 y 6 personas, con desayuno incluido. Como las habitaciones eran baratas habíamos reservado una habitación de 4 personas para cada pareja. Te dan la ropa de cama en una bolsa precintada y tu mismo te haces la cama. Las habitaciones daban a una gran terraza y un jardín donde nos tumbamos a tomar el sol de la tarde.
Después de la preceptiva ducha y la colada salimos a cenar en los alrededores del puerto, en un magnífico restaurante danés llamado Café Dollys. Nos gustó mucho. Se trata de una casita de ladrillo rojo situada frente al mar. Una decoración tradicional y la comida nos pareció auténtica y deliciosa.
Ensalada de salmón. Papas guisadas con bechamel de perejil y tocino frito. Lenguado frito. Y todo a un precio por 2000DK (268 euros 6 personas). Después de perdernos varias veces bajo el intenso calor de aquel día nos pareció que el esfuerzo y el gasto habían merecido la pena. Regresamos al albergue muy satisfechos.
