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Carreteras y Tráfico


La mayor parte de la ruta transcurre por pequeños caminos de tierra que zigzaguean entre los campos. Muchos de ellos son carreteras de servicio empleadas por el personal que trabaja en los viñedos para entrar y salir, llevar la maquinaria o recoger las uvas, etc. Aún siendo así suelen estar en buen estado. Prácticamente todas aparecen en Google Maps, si bien no siempre hemos podido ponerlas en los mapas que adjuntamos a la ruta de cada día, pues Google Maps, no permite gravar aquellas rutas que pasan por carreteras cuyo nombre desconoce, aunque la carretera aparezca en sus planos. Esto nos ha ocurrido sobre todo el día que llegamos a Cuzcurrita de Río Tirón. Verás que allí la ruta no alcanza completamente el pueblo de Cuzcurrita, aunque la ruta existe.


Desde nuestro punto de vista es importante relacionar estos caminos con el clima. Al ser rutas de tierra es muy probable que en épocas de lluvia el firme empeore mucho y haga muy difícil avanzar por ellas en bicicleta. Nosotros fuimos en época de lluvia y lo sufrimos. El día que fuimos desde Ezcaray a Entrena llovió un poco. La verdad es que no nos supuso un mayor problema pues se trataba de un chispy chispy muy leve, pero entendemos que una lluvia torrencial podría habernos obligado a dejar los caminos.
En el caso de que eso ocurriera debemos hablar de las carreteras principales. Dichas carreteras, aunque las llamemos principales, son carreteras provinciales de escaso tráfico. Nuestro viaje tuvo lugar, principalmente, entre semana, pues los dos fines de semana los dedicamos a la entrada y la salida, por lo que circulamos en bici siempre en día laboral, que puede representar algán tipo de diferencia en cuanto a la densidad de tráfico pero, tanto en Logroño como en el resto de la región nos parecio que la gente es respetuosa y las carreteras están en buen estado. Es cierto que los coches circulan por ellas a mayor velocidad, pero suelen tener un arcén ancho. Sería una pena hacer todo el viaje por ese tipo de carretera, no tanto por el tráfico o por la molestia que suponen los coches, sino porque el recorrido por los pequeños caminos es precioso, sin ruido y sin tráfico hasta el horizonte, solo las vides y una suave brisa, sientes el contacto con la naturaleza y los paisajes son espectaculares. Te encuentras a gente trabajando y eso te acerca a esta tierra. Te haces una visión más realista de lo que cuesta un vaso de vino. Además, haciéndolo por carretera las etapas serían excesivamente cortas, pues van directamente de un sitio a otro y no caracolean por entre los campos como hacen los caminos.
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