de Cuzcurrita

del río Tirón

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a
Ezcaray


Nos dio pena despedirnos de Cuzcurrita de Río Tirón y del Hotel Teatrisso, pero teníamos que seguir adelante. Aunque la etapa no prometía ser larga, sabíamos que existía un desnivel ascendente para llegar a Ezcaray, y no queríamos demorarnos. Luego no fue para tanto, se trata más bien de un falso llano y al final la etapa se nos hizo corta.
Nos dimos cuenta de ello cuando llegamos a Santo Domingo de la Calzada. Apenas habían pasado un par de horas desde que nos pusimos en marcha y ya habíamos alcanzado la mitad del camino. Así que nos detuvimos, muy relajados, a callejear un poco y a visitar su espléndida Plaza de España, muy bien conservada.

Foto Santo Domingo

Buscando el sol, en la terraza que el Restaurante La Parrilla de Arcaya, tiene en la misma plaza, nos tomamos un cortadito. Inmediatamente percibías que Santo Domingo forma parte del Camino de Santiago. Cientos de peregrinos pululando por todas partes, parecían no saber a dónde dirigirse. Sonríen y saludan a diestro y siniestro: ¡Buen camino!.
Desde Santo Domingo de la Calzada hicimos el leve ascenso hacia Ezcaray por la Vía Verde del Río Oja. Se trata de un carril bici que debió ser una vía férrea algún día y que asciende a todo lo largo del valle paralelo a la carretera, aunque no siempre pegado a la misma. Fue un ascenso bonito y, como ya dije, muy llevadero pues la pendiente es mínima.

Foto llegada Ezcaray

Llegamos a Ezcaray por el paseo de la Estación, cruzamos el río y nos dirigimos directamente al Hotel Gastronómico Echaurren, en el mismo centro. Nos instalamos y, después de una muy agradable ducha, salimos a comer y a dar un paseo por el pueblo. Lloviznaba, era tarde y nos costó encontrar un sitio que nos sirviera algo. El pueblo no nos llamó la atención por su extraordinaria belleza… aunque tiene algunos rincones pintorescos. Después del frugal almuerzo en una cafetería muy funcional y castiza, cada uno dedicó la tarde a lo que buenamente quiso y volvimos a encontrarnos cuando ya era de noche pues cenamos juntos en el Restaurante Tradiciones, en la planta baja del propio hotel.
El Hotel Gastronómico Echaurren dispone de dos restaurantes muy bien plantados. El Restaurante Tradiciones, con una carta más sencilla, y El Portal del Echaurren donde al chef Francis Paniego le ha sido concedida su segunda Estrella Michelín. Como cierran los martes no tuvimos la posibilidad de degustar sus platos (lo cual, sin duda, hubiera representado un serio menoscabo para nuestra economía) pero, en cualquier caso, quedamos muy satisfechos de la cena en el Restaurante Tradiciones. No íbamos a conducir y pudimos beber sin complejos, el mayor peligro era el de un tropezón camino a la habitación, a la que llegamos, como siempre, temprano.


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