de
Panaji

LFGP

a
Mumbai


Esta etapa comienza en Panaji por la mañana, pues, aunque íbamos a Mumbai en el tren nocturno, la distancia hasta la Estación de Madgeon eran los mismos 40 kilómetros que habíamos hecho a la venida, y queríamos darnos una ducha antes de meternos en el tren. Así que salimos temprano y pedaleamos hasta el pequeño hotel, junto a la estación, en el que habíamos reservado habitación para darnos la ansiada ducha. Luego comimos en un restaurante de Margao (ver Etapa 15), llevamos las bicicletas al departamento de equipajes y esperamos en el andén a que llegara la hora. Se repetía la misma escena que habíamos vivido en anteriores estaciones, pero como no se trataba de un tren rápido, no tuvimos problemas para facturar nuestras bicis. Fue el único viaje que hicimos en primera clase.

A nuestra llegada a Mumbai, muy de mañana, dimos un paseo y desayunamos en Marine Drive antes de hacer el check in en el Taj Mahal Palace.


MUMBAI es BOMBAI:


Mumbai no es solo una urbe de más de veinte millones de personas, es el corazón económico de la India y un compendio que resume todo el país, donde se pueden encontrar muestras de sus culturas, contrastes y religiones. Formada originariamente por siete islas, ha crecido de tal manera que ha acabado engullendo el espacio que las separaba.
Lo primero que llama la atención al visitante que termina su viaje en ella es el orden, sus amplias avenidas perfectamente asfaltadas, de tráfico medianamente organizado, donde se respetan los semáforos y hasta alguna de las señales, donde apenas se emplea el claxon, hay coches de lujo, la ausencia de tuc-tucs o la relativa escasez de motos serpenteando entre los coches, pero principalmente, lo que llama la atención del viajero es su orientación hacia el mar. Mumbai se extiende a todo lo largo de la costa del mar arábigo, mirando hacia el océano. Kilómetros de malecón siempre transitados por gentes de todas las razas y religiones. Un skyline hermoso e interminable el collar de la reina, donde se aprecia el crecimiento a todo lo alto y ancho con cada vez más rascacielos.


Foto puesta de sol


Pero Bombay no es solo orden y rascacielos, coches de lujo y escaparates de grandes firmas, Bombai es también pobreza, gentes sin techo, un comercio apabullante en cada centímetro cuadrado de acera. Contrastes.


Solo los barrios situados al sur de la Urbe, más turísticos y organizados, merecen en si la visita. Ocupan una península que cuelga de la ciudad como un inmenso pendiente. Tanto el barrio de Colaba al sur, como el de Churchgate al oeste y el de Fort más al norte se pueden encontrar grandes edificios victorianos que quitan el hipo. La Estación de Chhatrapati Shivaji (antigua estación Victoria) situada al norte, como la Puerta de la India, más al sur, que mira al océano y está siempre atestada de turismo interior, transmiten su especial influjo con la taciturna luz con que son iluminadas por las noches. Junto a la puerta de la India, el Taj Mahal Palace es también visita obligada. Construido por el primer miembro de la poderosa familia Tata, cuando se le negó la entrada a un hotel exclusivo para ingleses, posee el primer bar en el que se sirvió alcohol. Visitarlo y tomarse en el un Gin Tonic es una experiencia no apta para todos los bolsillos. Tras el atentado sufrido en el mismo en el año 2008, las medidas de seguridad son exhaustivas. Caminando hacia el sur desde este punto encontraremos después de unas pocas calles llenas de coches de alta gama, el Mercado de Colaba. Artesanías, tejidos, perfumería, etc… en el que tienes que regatear, ya sabes, ofrecer la mitad de lo que te pidan, como saben que eres extranjero, querrán sacarte más de lo que vale y… probablemente lo hagan. También es interesante darse un paseo por el mercado de vegetales, bullicioso y variado, sobre todo a partir de la puesta de sol, donde el turista debe regatear a un comerciante ya muy maleado y que no va a ceder en su regateo si la piel del cliente es clara. Más al sur todavía encontraremos el muelle de Sassoon. Si lo visitas de madrugada, en torno a las 5:30 de la mañana podrás ver como se descarga el pescado en la lonja, pero si no quieres madrugar tanto, no importa, puedes visitarlo por la tarde, cuando es más tranquilo y está menos atestado, y podrás ver como los pescadores se preparan para hacerse a la mar en unas embarcaciones muy coloridas que distan mucho de parecer seguras.


Foto Sasoon


Sin embargo se podría decir que el verdadero corazón de Mumbai Sur no es en verdad su riqueza urbanística o arquitectónica (que la tiene y es grandiosa y en verdad decadente) sino su gran avenida marítima, al otro lado de dicha península. Tarde o temprano el visitante tiene que pasar por ella pues le permite desplazarse con más rapidez hacia el norte, evitando los semáforos de las grandes avenidas del istmo. En Marine Drive palpita una vida más ordenada y sana, llena de aire, luz, y espacio. Ya sea por la mañana o en la noche, pasear ese enorme malecón contemplando al fondo la gran bahía con el afilado perfil de los edificios más altos, es una actividad irrenunciable. Te reconcilia con la vida que hay al otro lado. Por las mañanas, temprano, hay cientos de personas practicando deporte, pocos turistas, y por las noches se llena de una juventud deseosa de animación y desenfreno. En esa zona se pueden encontrar varias opciones de restaurantes y heladerías. Al otro lado, grandes edificios residenciales, un poco más al norte de Churchgate parques donde los jóvenes juegan a criquet o locales en los que se celebran bodas. La mejor vista se puede observar desde el punto más al sur de la misma, en Nariman Point, donde siempre hay alguien inmortalizando el momento con una foto o un selfie.


Foto Mumbai


Al norte de Marine Drive, pasada la península Malabar, pero siguiendo la linea de costa puedes encofrar la Mezquita de Haji Ali Dargah, se encuentra en una pequeña península y se ve a lo lejos desde el paseo. Hacia el interior podrás visitar, más allá del Hipódromo Mahalakshmi Race Course, el Ghat de Dhoby, un pequeño barrio dedicado al lavado de ropa, desde el puente verás cientos de prendas tendidas al sol en sus azoteas, pero puedes bajar y pasear sus calles, donde los hombres azulan las prendas, huele a jabón y a veces también a podredumbre.


De compras en Mumbai:


Hay cientos de lugares para ir de compras, en el Barrio de Colaba. Hacia el sur el ya mencionado Colaba Market, sucio y desordenado, es sin duda una emboscada para el turista. Pero al norte, mas allá de la estación Chhatrapati Shivaji, encontramos el Crawford Market donde te llamará la atención la alta densidad de población musulmana, y más al norte aún el Zaveri Market especializado en joyas, con sus brillantes escaparates que se iluminan por las noches anunciando joyerías de todos los tipos y tamaños. El Dadar Market es también una opción muy recomendable. Pero si de verdad quieres ir de compras no hace falta que vayas a ningún sitio en concreto. Tan solo camina. Todo Colaba está salpicado de tiendas y es imposible abstraerse a su influjo. Fabindia y Cotton Cottage, más al estilo europeo, tienen bonitas colecciones ordenadas por temas. Y si les interesa comprarse un Sari (aprender a ponérselo es otra historia), hay otras tiendas con variedad en precio, calidad, textil etc cerca de Churchgate. Entre la calles K Dubash Marg y VB Gandhi Marg hay varias tiendas de alta costura India. Venden trajes para bodas que son espectaculares y aunque no vayas a comprarlos merece la pena verlos, aunque también tienen trajes más sencillos de cortes modernos y hermosas telas y estampados muy bien combinados.


Para comer en Mumbai:

  • Ocurre lo mismo que con las tiendas. Hay sitios muy recomendables por todas partes, y otros que no lo son tanto. Existen dos cafeterías famosas, Leopold café y el Café Mondegar (ambos en Shahid Bhagat Singh Road) y son prácticamente una visita obligatoria para el turista. Situadas en los alrededores del Taj Mahal Palace son punto de encuentro para turistas de todo el mundo. Puedes pedir comida india o comida rápida occidental. Un Lassi o una cerveza KingFisher. La pastelería del Leopold, con un pequeño expositor orientado a la calle, tiene una gran variedad de tartitas de chocolate para chuparse los dedos.

  • Si quieres comer algo tradicional puedes arriesgarte en un puesto callejero… o ir al Soam, un restaurante vegetariano en Babulmath Road, una perpendicular a la Marine Drive en su extremo norte, donde encontrarás gran variedad de platos al más puro estilo indio y la comida es sabrosa y con buen balance en las especias. Es un buen sitio si quieres aventurarte a comer con las manos.

  • Heladería Naturals. Se trata de una franquicia de la heladería Naturals Icecreams, establecida en Mumbai desde 1984. Tiene otros dos locales en la ciudad. El de Marina Drive está situado en una esquina al otro lado de la avenida (Shop No. 4, Kothari Heights) y aunque es un local pequeño se sirven helados artesanales de frutas con nombres impronunciables.

  • Si quieres descansar de la comida india y tomar algo rápido y sin complicaciones, existen también muchas opciones. En Colaba, en torno al Taj Mahal Palace, hay varias hamburgueserías.

  • El Restaurante Pizza by the Bay (Soona Mahal, 143, Marine Drive, Churchgate) está abierto todo el día hasta bien entrada la noche (7:00 - 1:00). Tiene una decoración moderna y muy agradable, de estilo impersonal, con una amplia cristalera desde la que se divisa la avenida al otro lado de la calle. No solo se sirven pizzas. Como abren temprano sirven también desayunos continentales, según el gusto. Es caro.

  • La franquicia de restaurantes Pizza Express tiene también un local en la calle Dhanraj Mahal Shivaji, en el barrio de Colaba, con los estándares propios de la cadena.

  • El restaurante Indigo se también muy famoso entre los turistas adinerados, se encuentra en las calles traseras del Taj Mahal Palace y ofrece una cocina más refinada y cara.


Otras visitas en Mumbai:

  • Una visita a tener en cuenta en Bombay es la visita a los Tugurios (Slums) tristemente famosos por la película Slumgog Millionaire. Debido a que casi el 45% de los habitantes de Bombai vivien en un Slum el gobierno se ha visto obligado a legalizarlos. Así que los slum se han organizado como inmensas medinas en las que que existe un gobierno, unos servicios públicos y una actividad económica nada desdeñable. Existen múltiples empresas que te ofrecen visitas guiadas por estos arrabales impresionares.
    El Slum Dharavi, es el más grande de Bombay y uno de los más grandes del mundo, con una población de casi un millón de personas y una densidad de 500.000 habitantes por kilómetro cuadrado (eso es mucho si tienes en consideración que la densidad de población en Bombai es de 30.000 habitantes por kilómetro cuadrado).

    Más allá de la magnitud del mismo, el interés de visitarlo radica en sus dos características más representativas. La primera es su increíble localización en pleno centro de la ciudad, lo que hace que aunque se le haya ofrecido a sus habitantes unas viviendas más dignas, no estén dispuestos a trasladarse, habiéndose generado una creciente demanda de residencias en este slum con la consiguiente subida de precios.

    Otra de sus principales características es el desarrollo de una actividad empresarial organizada y productiva, dedicada principalmente a la recogida y procesamiento de desperdicios, para su reutilización o reciclage. Aunque pueden verse empresas dedicadas al reciclaje de cartón, papel, latas de pintura, aluminio, etc… la principal actividad es el procesamiento del plástico, recibiendo incluso plástico que llega al slum indirectamente desde otros países, pero no nos engañemos, si esta actividad consigue ser productiva se debe al escaso valor de la mano de obra (5 euros por 12 horas de trabajo). Amen de que esta actividad se lleva a cabo en los diminutos locales que salpican las diferentes callejas, agrupados en gremios, y que no garantizan las mínimas condiciones de seguridad a sus empleados, que duermen en el suelo de la propia empresa. La toxicidad de los derivados de dicho procesamiento, la polución y las escasas condiciones de higiene son en parte las causantes de una importante caída de la esperanza de vida en el slum. Así que el slum no es solo un barrio de chabolas. Es la prueba viva de cómo el ser humano se agrupa y organiza para crear una sociedad. Pero más allá de que existan o no empresas que hacen este tour, o que algunas de ellas empleen una buena parte de las ganancias al desarrollo del mencionado slum (un 80% según se publicita en Reality Tours), la cuestión antes de decidirse a hacer un tour de este tipo es resolver la controversia moral que a uno mismo le genera. ¿Es de buen gusto ir de visita turística a un lugar donde la gente vive en condiciones infrahumanas? ¿Sacar una foto para ponerla en mi álbum? ¿para enseñárselas a mis amigos?¿para ponerla en el aparador de la entrada como quien guarda un trofeo de caza? Qué orgullo haber visitado un lugar semejante. Si lees un poco los comentarios colgados en la red por parte de quienes han ido, el argumento moral que sostiene la visita, a parte del de colaborar de algún modo con el desarrollo de la zona, es bajar uno mismo a los infiernos para aprender el verdadero valor que tienen las cosas que poseemos.

    Lo que está claro es que no ha de ser un paseo agradable. No olerá bien ni uno disfrutará paseando su último modelito. Me viene a la memoria la última escena de la película De repente el último verano cuando Elizabeth Taylor recuerda ante Montgomery Clift su desagradable aventura en la playa. Un turista, en el slum, puede llegar a sentirse como aquel personaje vestido con traje, completamente blanco, entre los jóvenes hambrientos y casi desnudos de la zona. Tirándoles su dinero a puñados y huyendo de ellos sin encontrar la salida en el laberinto de callejuelas.

  • Por lo general, debido a la buena relación calidad precio que hay en la India para los ciudadanos europeos, hemos optado por quedarnos en los mejores hoteles que hemos ido encontrando en nuestro camino (ver sección alojamiento), pero la guinda para el gran pastel que ha sido este viaje fue quedarnos en el Taj Mahal Palace. Es caro para cualquier presupuesto, pero después de 2000 kilómetros de penitencia nos merecíamos un homenaje. El Taj Majal Palace es en sí un monumento digno de ser visitado. Preside la bahía en el barrio de Colaba, ocupando una posición privilegiada junto a la Puerta de la India. Está muy bien situado para visitar la ciudad.


  • LFGP

  • Solo el barrio en el que se encuentra, Colaba, merece un viaje a la India. Desde la Estación de Chhatrapati Shivaji, a donde llegamos de madrugada, se pueden ir caminando, o pedaleando, hasta el hotel… disfrutando de la arquitectura de la zona. El camino está salpicado de tiendas.

  • La Isla Elefanta, con sus templos labrados en piedra, vale la pena para una visita rápida. Los barcos para ir hasta allí se toman en el embarcadero que hay junto a la puerta de la India.

  • El Mani Bhavan es el museo de Gandhi, pequeño pero altamente recomendable. Es interesante y bastante agradable.

  • Desde los Hanging Gardens, se tiene una vista panorámica de la ciudad.

  • Si quieren visitar una iglesia,The Cathedral of The Holy Name, fue declarada patrimonio de la humanidad, también en Colaba.

  • Si quieren ver alguna película de Bollywood, hay varias opciones de cine: Regal en Colaba, Inox en Nariman Point (el precio es el triple, pero es mucho mejor), Eros en Churchgate.

  • El Parque Shivaji, próximo al Dadar Market, puedes ir a conocerlo si tienes tiempo… y caminar un rato para ver como los chicos entrenan al cricket. Y si quieren visitar templos hindús, allí también pueden encontrar uno de los más importantes, Siddhivinayak.

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