Teníamos claro que no íbamos a llevar nuestras propias bicicletas desde casa. Demasiado largo y demasiados transbordos para eso. Así que lo primero fue poner en Google: Bicycle Vietnam. Así encontramos una marca de bicicletas Vietnamita. Nos pusimos en contacto con Asama Bikes y ellos nos dijeron que podíamos pasar a buscar las bicis por su tienda (o fábrica) al norte de Ho Chi Mihn. Nos decidimos por el modelo Aspen de dicha marca, un modelo de Trekking, con portalforjas, cuernos en el manillar, amortiguación y guardabarros incluidos, todo por un precio super-competitivo. Solo le faltaba el soporte para la botella. Y aunque las tallas que aparecían en la página web eran la XS y la S, según el empleado con el que contactamos, y a tenor de las especificaciones de la bici, parecían válidas para personas de alturas hasta 1,85 m.
Luego nos entraron las dudas porque las personas con las que nos pudimos en contacto tardaban siempre muchos días en respondernos o no nos respondían. Nos pusimos a indagar en internet sobre la marca Asama y en los foros decían que eran baratas y con muy buen aspecto pero ponían en duda su durabilidad. Esto no nos daba demasiada confianza y como nos gusta tener las cosas atadas, o al menos las bicis que es lo más importante del viaje, buscamos otras posibilidades.
¿Cómo lo hicimos? Pues de nuevo recurrimos a nuestro amigo Google. Escribimos en Google Bicycles shop Ho Chi Minh y le dimos a la opción mapas. Entonces aparecieron todas las tiendas de bici de la ciudad marcadas en el mapa y fuimos entrando en aquellas que estaban más cerca de nuestro hotel o tenían una buena puntuación de los internautas.
De las diferentes tiendas con las que nos pusimos en contacto la que mostró mayor interés y conocimiento sobre el tema fue The bike Shop. No tenían una página web sino una de Facebook, y trabajan mayoritariamente con Trek, que es una marca de importación demasiado cara para nosotros, pero se mostraron abiertos a buscar otras opciones y nos ofrecieron la bici de la marca Jett Cycles, baratas y con varios modelos susceptibles de interesarnos. Pero lo más que nos interesaba era la confianza que nos daba el interés que habían puesto en nosotros.
Sin embargo la cosa se torció porque no todas las bicicletas tenían una relación amplia de marchas y de las que sí, no tenían de todas las tallas. Los Vietnamitas son bajitos y no venden bicicletas grandes. Al final lo que acabaron por ofrecernos fue una bicicleta Asama, lo cual no tenía sentido si nosotros ya habíamos entrado en contacto con dicha marca por nuestros propios medios.
Finalmente volvimos a contactar con Asama y la persona que respondió nos informó que desde la tienda distribuidora Martin 107 no nos respondían porque no hablaban inglés pero que a partir de ese momento la conversación iba a ser más fluida como así ocurrió.
Finalmente ahí estaban nuestras bicicletas en la tienda el día de la llegada al precio convenido 5.500.000 dong (aproximadamente 200 euros). Como puedes ver la imagen de la bicicleta es muy buena pero las tallas son pequeñas.
La talla S que supuestamente servía para una persona de 1,85cm de altura, en realidad se queda pequeña para una persona de 1,80cm. Tuvimos que subir el sillín por encima del límite máximo y aún así las rodillas iban un poco flexionadas. Son unas bicicletas de trekking de buen aspecto y han dado en general un buen rendimiento. Los cambios no han fallado en todo el viaje (mil kilómetros) y los frenos se han desconfigurado en algún momento pero no hubo problema para ajustarlo.
Pinchamos en tres ocasiones y las únicas averías fueron algunos tornillos de la burra o de los guardabarros que se soltaron y un radio que se rompió. La rueda se empenó y esto nos obligó a desviar nuestra ruta para buscar un taller que pudiera arreglarlo. Es bastante lógico pues no eran unas bicicletas específicas para camino de tierra y este tipo de carretera abundaba en Camboya.
Encontramos el taller adecuado (no tenían el radio de esta medida de rueda pero tenían cientos de bicicletas en las que buscar repuestos) y después de cambiarlo y revisar el resto resultó que buena parte de las bicicletas tenían radios que estaban bastante sueltos. Se solucionó el problema por 5 dólares.
Así que nuestra opinión general de las bicicletas fue buena. Al final, como siempre, las regalamos en Siem Reap, y dada la calidad de bicicletas que se ve en Camboya, se trató de un regalo fantástico para quienes las recibieron.
