de
Allepey

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a
Cochín


Después de desayunar, descendimos del barco y, tras recoger nuestras bicis, emprendemos la ruta de 66km hasta Cochín. La carretera avanza por esa manga de tierra que separa los Backwaters del mar. Es una zona completamente llana y muy poblada. Nos perdimos a la salida de Allepey pero poco más adelante encontramos nuestra ruta de nuevo. La carretera secundaria era de muy buena calidad y conseguimos una velocidad de crucero de 15 km/h, por lo que llegamos a buena hora a Cochín. La ciudad es bulliciosa y el centro una maraña de pequeñas calles en la que hay muchos turistas paseando desinteresadamente, como si todo lo que hubiéramos visto a lo largo de nuestro viaje, no fuera con ellos. Atravesamos el barrio judío y llegamos a nuestro hotel dando un pequeño rodeo. Frente a un frondoso parque nos recibía esta antigua hacienda en el puerto en Fort Kochin.


COCHíN (oficialmente KOCHI):


Cochín es una gran ciudad de Kerala y uno de los principales puertos marítimos del país. Una ciudad más ordenada y limpia que las que habíamos visto hasta ahora. Ocupa una parte del continente y varias islas cercanas y comunicadas por puentes.

Fue la capital de la India portuguesa hasta 1530, cuando los portugueses trasladaron la capital a Goa y Cochín fue ocupada sucesivamente por neerlandeses, mysores y británicos.

Fort Cochín es como se conoce a la zona antigua, se encuentra en una de esas pequeñas islas dentro de la bahía y el tráfico en sus calles principales es denso, pero desde que te desvías un poco encuentras calles tranquilas por las que se puede pasear sin miedo a ser arrollado. Barrios humildes, que nos parecieron musulmanes, y niños correteando y jugando a las canicas. Se ve más limpio y hay turistas paseando alegremente por todas partes. Muchas mansiones coloniales que han sido o están siendo restauradas para alojar hoteles.


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Para visitar en Cochín:


Las grandes redes contrapesadas son la imagen que habitualmente se emplea para representar a Cochín. Pueden contemplarse en el paseo que recorre la costa en la zona noroestes de Fort Cochín. Son un vestigio del paso del imperio Mongol por la India, que las introdujo en el siglo XV, y se dejan caer sobre el agua durante la pleamar para capturar los pequeños peces que se acercan a la orilla.

En las calles del barrio antiguo hay una buena variedad de agencias que ofrecen a los visitantes múltiples actividades. Desde visitar las plantaciones de té en las montañas, a los backwaters.

Tras una ducha y un frugal almuerzo, asistimos a un espectáculo de Kathakali. Se trata de un estilo de danza/teatro en el que los actores/bailarines interpretan una escena empleando un complejo lenguaje que consta de ciertos pasos (nrta), gestos de manos (mudras) y expresiones del rostro (navarasya). Si bien lo habitual es que tengan lugar en los templos durante las festividades, se ha convertido en un reclamo turístico y hay varios compañías que anuncian espectáculos similares. Escogimos uno muy cerca de nuestro hotel. Es una sala pequeña con sillas de plástico blanco frecuentada casi exclusivamente por turistas. Te ofrecen un folio con una explicación en tu idioma y se recomienda acudir media hora antes para asistir al maquillaje de los actores. No tiene mayor interés que verlos pintarse la cara y media hora se hace un poco largo, sin embargo el ambiente es agradable y puedes descansar un poco. El espectáculo está dividido en dos partes. En el curso de la primera el narrador explica los distintos movimientos y gestos, con sus respectivos significados, y luego tiene lugar la propia escenificación de la historia.

Los Backwaters son la visita obligada que las agencias ofrecen a quienes visitan Cochín, pero claro, nosotros ya los habíamos visitado (ver día previo).


Para alojarse y comer en Cochín:


Nuestro hotel era de precio alto y uno de los mejor valorados en las redes. El Old Harbor Hotel ocupa una antigua mansión con exuberantes jardines que guarda todo el encanto de la época colonial (más caro que otros de similares características en los que estuvimos antes). Quizás un poco ruidoso, aunque en la India no se puede esperar otra cosa de un hotel que se encuentra en el centro. Tiene un restaurante excelente, con platos más refinados y occidentalizados, pero también más caro.

Por lo demás en Fort Cochín no van a faltar lugares en los que comer o tomar una copa. Es una ciudad muy turística y los restaurantes abundan y han sido diseñados para satisfacer los gustos occidentales.


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