Hacía ya tiempo que no viajábamos con nuestras propias bicicletas. Siempre condicionados por los viajes de avión y sobre todo las escalas pues, a más escalas, más complejidad tiene llevarlas. Pero a raíz del covid este año el viaje vuelve a ser en Europa y, Portugal, queda a tiro de piedra.
Así que nos hemos decidido a llevar nuestras propias bicicletas, en vuelo directo desde Las palmas a Lisboa y, a vuelta, para no tener que empaquetarlas de nuevo que, como nos ocurrió en Hamburgo al final del viaje, puede resultar un engorro si no encuentras cajas para todo el grupo, nos volvemos en barco.
Por supuesto que el barco tiene también su engorro, pues nos obliga a pasar más de un día completo en él sin hacer nada, pues el viaje desde Huelva a Las Palmas en la línea Armas dura dos días y una noche. Sale por la mañana y llega a la noche del día siguiente. Hemos tenido la suerte de que hubiera buen mar y nos lo hemos tomado como un merecido descanso, un tiempo de reflexión y despedida. Ha estado bien.
