de Évora
a Grândola


Anunciaban un día de mucho calor y lo que nos encontramos al salir fue una carretera larga, con poco tráfico, rodeada de pinos y alcornoques y una brisa fresca que hacían del paseo una experiencia extraordinaria. Avanzábamos rápido. Sin embargo, tuvimos la imprudencia de rodear Alcaçovas y Torrao para acortar la ruta y un poco más allá nos dimos cuenta de que estábamos sin agua y nos preocupó bastante porque el calor empezaba a ser muy alto.
Tuvimos suerte y en Sao Romano, un pueblo de 3 casas, había junto al lavadero un grifo con el que llenamos los bidones. Un poco más allá nos detuvimos en un bar de Agua Derramada a tomar refrescos, helados y algunos dulces. A partir de ese momento todo fue fácil. Solo dejarnos llevar por la carretera hasta Grändola. Cuando llegamos el color era intenso. Ocupamos nuestras habitaciones, dormimos una siesta y salimos a visitar la Plaza da Libradade, donde están escritos los acordes de la canción revolucionaria "Grändola Vila Morena"
Luego nos fuimos a cenar a la Taberna D'Vila donde disfrutamos de la mejor cena del viaje hasta ahora.


>>PASA A LA PÁGINA SIGUIENTE>>

Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 España