No sé de que modo pero también desde la bici, estos últimos años, hemos notado que el tiempo ha cambiado. Llevamos viajando de este modo aproximadamente 15 años, eligiendo los meses y los países con cuidado para evitar las lluvias y el mal tiempo y en ese tiempo solo nos había llovido 1 día en la ruta del río Elba. Y en los dos últimos años la cosa ha cambiado.
El año pasado en Grecia la primera semana la pasamos completamente bajo la lluvia por una tormenta que anunciaban como excepcional en el país Heleno. Decían que era un Medicane(Ciclón Tropical Mediterraneo) y este año, en Portugal durante unos días hemos estado sometidos a las lluvias de la Tormenta Tropical Danielle… que la verdad es que fueron poca cosa y solo nos mojó un poco durante 2 días, pero a la vuelta en barco a Canarias desde Huelva nos sorprende el Ciclón Herminia.
¿Qué demonios está pasandoÀ.
El agua y la bicicleta nos son incompatibles, ni es el peor fenómeno atmosférico al que un ciclista puede enfrentarse… está el viento, el granizo y la nieve… pero, la verdad, es un engorro. La ropa se moja, pasas frío, los caminos de tierra a veces se hacen impracticables. Claro que aumenta el valor de la experiencia y es lo que, años después, vas a contar a tus amigos y nietos, pero cuando estás mojado…
