de Cayo
Santa María

LFGP

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Santa Clara


Copioso desayuno en el Meliá Cayo Santa María y salida a las 7:30. La península que separa el cayo de la isla principal nos gusto mas que Cayo Coco, había pequeñas islas alrededor, algunas garzas o patos, aunque menos aves de lo que esperábamos.
Pedaleando con el viento a favor hicimos los 70 kilómetros que nos separaban de la isla en nada. Llegamos a la localidad de Remedios. De nuevo la gente cubana que echamos de menos en los cayos, las carretas y hasta el hollín de los camiones… nos reconfortaba el alma. Habíamos planeado esta parada pero gracias al viento habíamos llegado tan pronto… y tantos días en los cayos nos habían dado nuevas piernas.
Remedios es una cuidad bonita con una plaza central donde había pequeños puestos de verduras a modo de mercadillo. Dimos dos o tres vueltas buscando donde pararnos y allí mismo junto a la plaza nos tomamos una cerveza cristal.

AMG

Compramos piña tropical, plátanos y turrón de mani para el camino, y decidimos continuar hasta Santa Clara. Era temprano y 100 kms ya no nos daban miedo.
Buen camino a excepción de unas pequeñas lomas en los últimos 15 kms. Tuvimos un pinchazo y paramos en una ponchera para reparar la goma. Mientras lo hacían estuvimos charlando con el corro de hombres que había en el patio. Reparaban un mechero buscando piezas en una pequeña lata. Muy buen rollo entre todos. Al final les ofrecimos una de las bicicletas, pero tendrían que venir a buscarla a la Habana. Les dimos las señas de nuestro hotel allí y quedamos un día a una hora determinada. Reanudamos el viaje hacia Santa Clara.
Santa Clara es donde esta enterrado el Che. Una ciudad grande. Llegamos al centro y buscamos hotel pero estaban todos ocupados, por lo que nos dividimos en varios grupos para buscar casa. Al final encontramos una planta baja para nosotros solos, 25 CUC por habitación y 4 CUC x persona para el desayuno (Casa Elsa María Guerra Pérez, Calle Maceo 330 e/9 de Abril y Serafín García. Tfno. 216686).
Cenamos en la plaza en un restaurante cultural una buena cazoleta de pescado y marisco, verduritas salteadas con mantequilla, sopa de pollo y como no, flan, el postre cubano por excelencia. A la salida, en el bar de la esquina, un autentico grupo musical cubano de la cuarta edad, pero estábamos demasiado cansados para quedarnos.


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Foto rickshaw en Remedios
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